Es difícil de explicar, pero al día siguiente me desperte con la idea de que no iba a aceptar mierda de nadie, porque tengo la fortuna de estar viva y de que mi vida me pertenezca. Esa fue la extraña forma en que se me presentó la valentía.
Pero también desperté esperanzada, porque creo aún en el poder de uno. Que las cosas siempre podrían ser peores y si no lo son es porque siempre hay una pizca de bondad haciendo a la maldad menos. Así fue la extraña forma en que se me presentó la esperanza.
Quisiera ser escritora para poder poner mejor en palabras mis pensamientos. Tal vez alguien difiera totalmente en la concepción de esta esta historia, pero esto es lo que provoco en mi.
1 comentario:
mira.. no la conocía..
Habrá que verla, es bueno tener armas en estos tiempos pesados de antipatía general (eso traigo ultimamente jajaja)
:) becho
Publicar un comentario